La abuela de Martina tenía un jardín lleno de plantas y flores hermosas. A Martina le encantaba visitarla y jugar en el jardín, pero siempre había una parte del jardín que estaba cerrada con llave y no podía entrar.
Un día, la abuela invitó a Martina a quedarse a dormir en su casa. Martina estaba emocionada y ansiosa por explorar el jardín secreto. La abuela le dio la llave y le dijo que tuviera cuidado.
Martina abrió la puerta del jardín y quedó sorprendida al ver un jardín lleno de plantas exóticas y coloridas que nunca había visto antes. Mientras caminaba por el jardín, encontró una estatua de piedra de un búho en lo alto de un árbol.
De repente, Martina escuchó un ruido extraño y vio que el búho de piedra comenzó a moverse. Martina se asustó, pero luego se dio cuenta de que el búho era en realidad un robot muy avanzado que la estaba observando.
El robot se presentó como el guardián del jardín secreto de la abuela y le dijo a Martina que tenía una tarea importante para ella: encontrar una semilla mágica que podría salvar el jardín de la abuela de la destrucción.
Martina aceptó el desafío y comenzó a buscar la semilla. Después de muchas pruebas y errores, finalmente encontró la semilla mágica y la llevó de regreso al robot guardián.
El robot guardián agradeció a Martina y le dijo que ella había demostrado ser una amiga leal del jardín de la abuela. A partir de ese momento, el jardín secreto estaría abierto para Martina siempre que quisiera visitarlo.
¿Qué tenía la abuela de Martina en su jardín?
¿Qué le dio la abuela a Martina cuando se quedó a dormir en su casa?